Overlord: Fellowship of Evil

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Aunque lejos de ser perfecto, el Overlord original y su secuela de 2009 tenían una cosa muy importante a su favor: que eran diferentes.

Usted casting como una deidad maligna recién resucitado - una apenas velada sin marca Sauron de El Señor de los Anillos - que fueron capaces de reunir a un pequeño ejército de skittering, farfullando secuaces y dirigirlos por la pantalla de forma masiva, provocando el caos y la destrucción, y en general, poniendo la bota en una tierra de fantasía cursi que se lo merecía. Juego de estrategia, mitad puzzle, pero visto como una tercera persona juego de acción, es justo decir que no había nada que se le parezca en el momento, y todavía hay nada como ellos ahora.

Eso es un problema, ya que en 2015 hay un nuevo juego Overlord, pero es uno que ha dado un giro brusco hacia el genérico, abandonando el punto de vista, los controles y género de salto de sus predecesores y el canje de ellos para una acción de arriba hacia abajo torpe y gris plantilla de RPG.

Esto es el nuevo terreno de juego: usted es uno de los cuatro Netherghuls, guerreros malditos convocados del infierno por Gnarl, líder de los esbirros del Overlord. Su tarea - con hasta otros tres jugadores - es traer el mal a la tierra después de diez años de asco paz, amor y felicidad.

Los cuatro personajes jugadores establecen expectativas apropiadamente bajos en términos de creatividad e ingenio. Dos de ellos son luchadores cuerpo a cuerpo, dos se especializan en ataques a distancia. Inferna esgrime una espada de fuego y tiene poderes basados ​​en el fuego. Cryos, con imaginación, usa la magia de hielo, pero prefiere lanzar hechizos desde la distancia. Del mismo modo, el tanque enano Hawken pone en estrecha con su hacha, mientras nigromante Malady, dispara rayos de la muerte púrpura desde lejos.